Fantasía enésima con Vane
Capítulo 4: La compi Tania, el amigo misterioso y una guerra de lefa.
Tocaba cobrar el premio ganada del primer sorteo lésbico. De las últimas incorporaciones, me llamó la atención una chica con una belleza muy fresca: Mirada alegre, piel canela casi sin imperfecciones, y unas piernas y trasero muy llamativos. El nombre asignado de éste vecinita es Tania.
Me presento a la cita a la hora acordada y me recibe la misma Tania. Es una chica de semblante tranquilo, pero sin llegar a la seriedad. Piel bronceada como si recién hubiera pasado el verano sobre ella, pero lo que más me despertó interés en ella, es su cuerpo bien formado. Tiene unos pechos bastante firmes, un trasero voluptuoso (sin llegar a la exageración) y un buen porte en donde con tacones me supera en estatura (mido casi 1.73 mts).
Debido a que he llegado temprano, Vane tardará en presentarse (ducha, arreglarse y demás) por lo que espero en la habitación indicada. Para "entretenerme" la vista, la casa tiene el gesto de presentarme a algunas chicas que estaban libres en ése momento. Serían dos: Primero lo hace la nueva incorporación Patricia. Es una chica venezolana, morena, bajita y bastante sonriente, se le nota muy habladora. La segunda chica es Nuria, una chica llamativamente alta y de piel blanca. Me parece que es un poco más "llenita" que en la fotos, pero no deja de tener todo su cuerpo muy bien colocado. Otra cosa a destacar es que, después casi tres años de frecuentar la casa, finalmente conozco a Sandra. Fue un honor el ponernos cara el uno al otro (tantísimas referencias variopintas en torno a ella) y se agradece el gesto conversar conmigo un rato y de avisarme que Vane no tardaría mucho más y que me deseaba una cita placentera.
Basta de preámbulos. Aparece Vane, siempre sonriente, ojos brillantes, una lencería carmín y uñas de color rojo intenso. Saludo habitual, preguntas de por qué aparezco con poca frecuencia y primeros detalles de esa gran fantasía que más pronto que tarde cumpliremos.
Baja un rato la misma Vane para recoger algunos bártulos olvidados y voy empezando el aseo con Tania. Ese cuerpo envuelto sólo en una toalla escondiendo esos apetecibles pechos y lujuriosas piernas ya me empezaba poner a tono de a pocos. Empecé sin más a abrazarla y a besarla, en lo que empezaba a palpar su trasero y mi brazo travieso empieza a explorar su vulva aún cerrada por el momento. Los besos, sin ser muy profundos, se siente bastante bien. No me niega la lengua y se muestra receptiva. Aún entre morreos, aparece Vane y los tres entramos a la ducha. Esta vez me centro un poco más en Vane, empiezo a besarla, comerle el cuello y la mandíbula. Ella siempre correspondiendo. A Tania no la podíamos dejar atrás y las dos empiezan a besarse lujuriosamente sin guardarse nada. En clara intención de subir mi excitación, se alternan entre magreos y comida de pezones una a la otra. Demuestro mi exitación participando en un morreo a tres lenguas.
Salimos de la ducha entre chácharas y cachondeos, y pasamos a la cama. Vane, como no podía ser diferente, se baja hasta mi pene y empieza a chuparlo, de una manera muy viciosa, salivada y con muchas ganas. Ya sin que yo diga nada, lubrica su dedo y lo introduce en mi trasero. Combina el estímulo anal con la salivación de su succión, haciendo ese gemido provocador en cada entrar y salir de mi polla en sus lujuriosa boca. Mientras tanto, Tania está conmigo, abrazándonos, besándonos y permitiéndome besar, lamer y comerme sus pezones pequeños, marrones pero parados. Mis dedos empiezan a palpar su aún cerrado ano..
Al poco rato, a petición mía, Tania se arrodilla encima de mi cara, acercándome su sexo. Es de color rosado oscuro bien combinada con su piel. Pequeño pero ya accesible hasta adentro producto de su excitación. Empiezo a lamérselo y sobarlo con mis dedos. Ella corresponde con gemidos firmes y contorneo de su cuerpo.
Era el turno de estimular a Vane. Se recuesta en la cama y me bajo hasta su pubis. Juego con mi lengua sobre sus labios inferiores y haciendo movimientos heterogéneos sobre su clítoris. Ella, respondiendo con sus gemidos en voz baja pero muy agudo, como si le faltara respiración. Yo continuaba jugando con mi boca sobre su vagina mientras acariciaba sus pantorillas y la planta de sus pies. Vane siempre gimiendo cada vez más y empezaba a tener los primeros espasmos. Fue una excitación creciente en ella (y la mía) hasta que finalmente llega al climax en forma de espasmos.
Volvía con Tania e íbamos a realizar una fantasía mía que surgió nada más ver su contorneada figura. La iba a penetrar en el griego. Se unta lubricante por la zona y se coloca en posición en cuatro. Cogí mi polla lo dirigí hasta su cavidad en el ano. Sorprendió que no haya costado tanto ingresar, pero aún así se sintió apretado y caliente por dentro. Empecé a penetrarla lentamente pero con firmeza, entrando muy profundamente en lo que ella gemía en cada arremetida. Vane se pone a mi costado y mientras sentía el ano de Tania, Vane y yo nos abrazamos de costado y nos besamos apasionada, pero lujuriosamente. Como si la misma Vane deseaba ser partícipe de tan sucio y tan morboso.
Llegó el momento del coito con Vane. Tania se recuesta a un costado junto a mí y Vane se pone encima mío. Como casi siempre, la vagina de Vane llega húmeda hasta mi pene, y desde el inicio se abalanza con fuerza encima mío, arriba a abajo. Todo mi pene entraba y salía casi por completo de sus sexo. El rostro de Vane lo expresaba todo, estaba a cien y percibía que yo estaba igual (estábamos cerdos, bajo su lingüística). Alternaba movimientos con un balanceo de atrás para adelante. En su momento de excitación, se suelta el pelo y me muestra su imagen más desatada. Fui relativamente rápido el que ella llegara a una nueva corrida suya y yo ya estaba llegando hacia el climax.
Efectivamente, llego al clímax y me incorporo para sentarme encima de Vane. Ella empieza a mirarme con esos ojos dulcemente eróticos y a hacer provocaciones mordiéndose el dedo, como deseando sin cortes que me corra encima de ella. Tania se pone al costado a punto de ver si primera película pornográfica en vivo (experimentar la escena por primera vez, comenta ella). Yo me ayudo con la mano, masturbándome fuertemente hasta que exploto carnalmente eyaculando sobre la cara de Vane. Le empiezo a llenar de semen los labios y gran parte de la parte inferior de la cara. Vane, con toda naturalidad, se queda quieta sonriendo cachondamente. Sabe lo que toca como en anteriores ocasiones, y es que nos hemos de morrear con su rostro lleno de semen, embarrandome a mí también. Lo hacemos y se diviérte guarréandome la boca y la cara. Como mini-venganza mía, cojo mis dedos y despliego el restante de lefa por más partes de la cara, amenazando con rozar el cabello y empezamos a forcejear un poco. Como si fuéramos niños de educación primaria peleando por impedir embarrarnos el uno al otro con dulces o tinta de rotuladores. Tanto hemos jugado con mi semen en varias citas, que ésto ya empieza a parecer normal y tener episodios de cachondeo.
Nos aseamos los tres y charlamos un poco más. Principalmente continuamos viendo los detalles de esa gran cita con esa fantasía especial. Vane me manifiesta de un amigo interesado en ello. Lo que me llamó la atención que es un amigo que manifiesta conocerme, alguien que llegó a la casa por recomendación de parte mía. Quizás tengo la memoria de Dory (Buscando a Nemo), pero es algo que no tengo claro.. De todas formas, se ha convertido en un prospecto elegible, dependiente de si Vane y yo llegamos a conocerlo mejor y se establece una química. Yo por mi lado, sigo viendo prospectos y en cualquier momento será elegido alguno. Incluso, la convocatoria que he realizado tendrá algunas novedades, así que estad atentos. : P
Saludos